Te envidio por lo que eres,
por aquello que pides
y por todo lo que entregas.
Te envidio cuando ríes,
cuando lloras, cuando cantas,
cuando duermes,
incluso cuando callas.
Te envidio cuando me mimas,
cuando, mirando hacia otro lado,
me ignoras.
Te envidio cuando me amas
y cuando me dices
cosas buenas, cosas malas.
Te envidio cuando te sientas,
cuando andas
cuando me das tu mirada,
cuando tus labios sonríen
o tus ojos me abrasan.
Te envidio porque tú sólo
haces que envidie tu cara,
tus ojos, tu sensual boca
tus guiño por la mañana.
Te envidio porque sólo tú
consigues que mi corazón palpite
aún estando en calma.
Te envidio por la mañana,
en la noche
de madrugada.
Durmiendo, despierta
sola o acompañada.
siempre…¡Te envidio!