Deshojando margaritas
pasan descuidadas las horas.
¿Me quiere, no me quiere?
Deshojando margaritas
el tiempo transita brevemente
esperando tu retorno
con desesperación latente.
Pero tú no regresas
ni me llamas, ni me sientes
y mi margarita muere
aguardándote.
Con la mano en el pecho
siento los latidos
de un corazón inerte.
y me pregunto llorosa
¿ donde estás, donde te metes?
Deshojando margaritas
pasan descuidadas las horas
preguntando, indecisa:
¿me adora, no me adora?
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