Se paró el reloj
Se paró el reloj
el día de tu partida
y las palabras no dichas
se quedaron reprimidas.
Se paró el reloj
junto a sus manecillas
junto a penas y alegrías
perdones y rencillas.
Se paró el reloj
y quedaron las mentiras
las explicaciones no dadas
las disculpas no pedidas.
Pero esos momentos
vividos casi a escondidas
donde tus manos calientes
se unían con las mías
donde tus ojos curiosos
con los míos se fundían…
Esos momentos vividos
no morirán en la vida.
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