Cae lentamente la lluvia
cubriendo de finas gotas
los cristales.
Mi rostro, reflejado en ellos
se confunde con el agua
y desaparece.
Entonces me pregunto
si no pasó eso mismo
contigo.
Quizá todo fue un sueño
del que me cuesta
despertar.
Te veo en cada frase
en cada palabra
en cada risa.
Pero, al igual que la lluvia
mi rostro distorsiona
el paso de los días
tu recuerdo abandona.
Y pienso: Sí
todo fue un beso sueño
del que no quisiera
despertar.
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